Nacido en diciembre de 1963. En el año 1984 comienza sus estudios de Ciencias Económicas y empresariales en la UCM terminando los mismos en febrero de 1990. Durante este periodo compagina sus estudios con diversos trabajos entre los cuales está la gestión fiscal y laboral en dos empresas: Simago y el grupo Yelmo Films que empezaba a dar el gran salto en el mundo de la exhibición cinematográfica.
En el año 1990 se incorpora al grupo METECNO S.P.A. como Jefe de Administración con un grupo de ocho trabajadores a su cargo realizando funciones contables, financieras, fiscales y laborales.
En 1992 constituye junto con ISABEL LUNAR, FRANCISCO SÁEZ e ISABEL MARTÍN la sociedad RIVERO MARTIN, S.L. dedicada al asesoramiento fiscal, laboral contable y financiero. Sociedad plenamente vigente en 2022.
Más de un 80% de los clientes lo son desde hace más de 20 años y más de un 50% desde prácticamente los inicios como asesor por cuenta propia.
Durante todos estos años asesorando sociedades anónimas, limitadas, comunidades de bienes y empresarios individuales de varios sectores entre los que destacan: hostelería, fabricación de materiales de construcción, fabricación e instalación de rótulos comerciales, construcción y montajes, farmacia, pintura, carpintería, electricidad, servicios de televisión, video y producción audiovisual, internet vía satélite, servicios sociales de escuelas infantiles, asistencia a la tercera edad y profesionales de diversos sectores como el audiovisual, el de diseño y decoración, seguros, comercios minoristas de alimentación, estanco, etc.
Con pleno conocimiento de programas de gestión contable como CONTAPLUS desde que era un programa que se vendía en los kioscos hasta la actualidad comercializado actualmente por la empresa SAGE, también ha trabajado o trabaja con plataformas como el CLUB DEL ASESOR o WOLTERS KLUIVER así como LÁPIZ CONTABLE tanto para el área de contabilidad e impuestos, como para el área de nóminas y gestión laboral.
Adaptándose a la evolución de los tiempos desde aquellos inicios, en que, los impresos e incluso las nóminas se realizaban con máquinas de escribir hasta los modernos sistemas informáticos. Apasionado de la investigación de posibilidades que dan los medios actuales ya empezó en su época, aún de estudiante de empresariales, a programar en DBASE y a «trastear» con su PC INVES de solo 20 Megas, sí, ¡20 Megas! con programas como LOTUS o SYMPHONY para crear las primeras hojas de cálculo que aprovecharon sus compañeros de las empresas SIMAGO o GRUPO YELMO FILMS para introducirse en la nueva era que aceleraba todos los procesos de información del mundo de la administración. Inquieto en esta área sigue «dándole vueltas» a los modernos sistemas de Office para conseguir una mejor productividad en la gestión de todos los asuntos de sus clientes.
Formación continuada en los grandes cambios de legislación de todos estos años orientada a la resolución práctica de toda la problemática fiscal, contable y laboral.
En conclusión, más de 30 años de aprendizaje teórico, pero sobre todo práctico que le dan una visión global y con perspectiva de las áreas que trata, destacando especialmente la contable y la fiscal, conocedor en ésta última de los principales impuestos legislados y aplicados en nuestro país.
Como diría el poeta «cuando estás empezando a aprender a vivir, te tienes que morir» pero, sin duda, aún quedan unos cuantos años para dar continuidad al proyecto y humildemente enseñar a las nuevas generaciones, para que, el espíritu de RIVERO MARTIN continue asesorando y gestionando los aspectos empresariales de nuestros clientes y amigos, y a veces los sentimientos ante este complejo mundo que tenemos.
La sociedad se crea con el inestimable apoyo de los otros dos SOCIOS, su padre y la madre de Isabel, su socia, compañera de vida, amiga y excelente profesional. No es casualidad que el nombre de dicha sociedad lleve los apellidos maternos, dejando una huella de lucha, constancia y valor ante las adversidades que han permitido seguir con plena vigencia treinta años después, en estos tiempos, donde lo inmediato y superficial, reina muchas veces en el mundo de los negocios. Como suele pensar, montado en su bici, «la velocidad que alcanzas no importa, cuando se pedalea, se avanza, aunque la pendiente sea muy elevada y siempre se llega a la meta». Y esto lo aplica a los estresantes cierres trimestrales y anuales a que estamos sometidos los asesores.